jueves

Me encuentro conmigo misma en este encierro forzado.
Y ayer tratando de explicar esta tristeza viejita, que se reedita.
El año pasado por diciembre, se fue la testigo mas vieja de mi pasado, mi hermana.
No fue esas partidas que uno lamenta por lo mucho que le quedaba por hacer. Mas bien, fue de descanso, de satisfacción, de por fin se fue hacia aquello que le era destinado. Cada segundo en este sitio fue de aferrarse a una realidad que nunca era la que ella creía merecer.
Le habían enseñado, como a mi, que nada era disfrutable, que había muchas culpas que pagar... y se lo creyó.
Se fue con 36 años, solo 3 mas que yo. Me dejo con la sensacion primitiva de querer vivir todo. De querer disfrutar cada segundo, no porque me quede poco tiempo... mas bien porque ella no pudo hacerlo, porque soy una sobreviviente del agujero negro del que vinimos y quedo solo yo ahora para pedirle revancha a la vida... para decir en voz alta, que haber venido de allí no necesariamente mata, que se puede luchar contra eso, vencerlo, ser simplemente feliz.

Este año vino con la reconciliación con esta ida de Gaby. Vino con perdonarme, perdonarla, ubicarme en el lugar que me toca, el de la resistencia, la resiliencia, el de condolerme con quienes fuimos, porque así me reconcilio con todo, conmigo, con ella.

En esta historieta rara de la vida, se nos va Fernando. Porque Peña era nuestro. Porque vimos sus obras juntas en mi casa, en video, como un disfrute. Preparamos un día especial, para nosotras y las vimos y lloramos como unas perras. Y solo nosotras sabemos cuanto nos dolía Peña con todo lo que decía y lo que no decía. Fer se fue igual que Gaby, internado tratando de salir, queriendo por una vez vivir, pero habiendo hecho todo para morirse. Nadie entiende porque se puede llorar tanto por alguien que uno no conoce. Pero es que Fer era nuestro y se fue y creo que llore mas ahora que en diciembre.
No termina ahí la cosa. Ahora se va M. Jackson. Parece aun mas estúpido que me ponga triste por esto. Y sin embargo, me pongo triste y lloro y me emociono. Solo ella entendería que era su esposo y el padre de sus hijos cuando eramos chicas, al mismo tiempo, que el mio era Paul McCartney, que teníamos los bebotes cambiados, porque el mio era negro y el de ella blanco (si, todavía Maicol era negro por esas epocas). Gaby hubiera llorado y se hubiera reido conmigo por Jackson.


Una no se queda solo huerfana de las personas, se queda huerfana de testigos, de cómplices, con quienes la mirada basta.

Ojala siga teniendo estas tristezas, esta cantidad de cosas compartidas.... que nunca deje de pensar en mi niñez, como un lugar donde ella estuvo, donde entre lo oscuro nos acompañamos, donde nos dormiamos con un auricular cada una, y con las manos agarradas para espantar al terror.

3 comentarios:

  1. ESTO: Una no se queda solo huerfana de las personas, se queda huerfana de testigos, de cómplices, con quienes la mirada basta.
    ESO! MERDA, ESO! DUELE MUCHO... voy tratando y tratando y andando... y duele... sana sana y abrazote compartido de complicidad para nosotras dos!

    ResponderEliminar
  2. Cala.
    Es hermoso descubrir que desde este pozo donde nos pone la vida, encontramos una mano amiga para intentar todos los dias salir andando. En el afan de entenderte, me entiendo, me explico, me explicas, se esclarecen tantas cosas...
    Abrazo.

    ResponderEliminar